¿Otra vez tú aquí? [Aro]

-Varios días después de mi encuentro "carnal" con Aro, me habían dado una misión, tratar de conseguir información, y que mejor que hablar con alguien que sabe de eso, no será fácil, pero mi reina estará complacida.
Decidí ir a caminar por el cementerio, entre lapidas y estatuas, buscando alguna maldita presa facil para tomar su sangre, estaba sedienta, más no encontraba.
Hasta que un joven, aproximadamente de 20 años estaba ahí, sigolosamente, lo seguí y lo provoqué a que me tocará, al lograrlo, lo mordí dejandolo morir en agonía, no muy complacida fui en busca de más, pero mi busqueda era en vano, me senté encima de una lapida tratando de calmar mi sed.-

en verdad ni idea lo que hacia en el cementerio... bueno si sabia, intentaba revivir un muerto... bueno no uno adulto un niño...
No se por que, pero queria aprender, y bueno comense a intentar pero nada... me sente en su lapida pensando en algun hechizo para revivirlo

-Sentí una presencia a 50 metros de mi, me levanté de la lapida y me puse alerta, comenzé a acercarme a dicha lapida y llegé a ver a Aro, suspiré profundamente, en mi mente comenzarón a venir esas imagenes de ese encuentro, me desaparecí de esa aréa, quería darle un buen susto, por lo que me paré a otros 50 metros a la redonda de él y comenzé a acercarme en silencio, al llegar, le susurré.- "No creo que los muertos tengan la descencia de verte, maldito bastardo" -Al ver que se asustaba, me heché a reir de manera malevola, amaba asustar a la gente, sobre todo al clan contrario.-

senti de pronto que me asustaba una chica.
-venga vampirita... tampoco me digas bastardo, por que no lo soy- dije levantando la ceja mientras miraba la lapida.- venga... la misma pregunta de antes... tan tarde y ahora en un cementerio? que pasa por tu mente vampirita?

-Me sonreía ironica al escucharle y puse mis manos en mi cadera.- ¡Ja!, puedo llamarte como yo quiera pequeño bastardo... -Arqueé mi ceja y luego escuché su pregunta.- Busco victimas, tan sencillo como eso, ¿no quisieras ser uno? -Mirando la lapida y luego a él, necesitaba sangre y la necesitaba ahora.-

que graciosa... yo ser una de tus victimas?... no lo creo linda- dije mirando al orizonte como si no me importara nada.- y que te da el derecho en llamarme como quieras?... que yo sepa no eres nada mio o si?- dije en tono sarcastico

Puedo ser algo tuyo si así lo deseas -Guiñé mi ojo y luego me volví a reir de manera algo malvada y mirandole, ahora lo puse contra una lápida, me encantaba ponerlo contra algo, haciendo que su cabeza se golpeara de manera fuerte.- Además...en estos momentos...te necesito -Mirandole a los ojos.-

me necesitas?- pregunte levantando la mirada.- que necesitas de mi?¿

-Solté su cuello dejandolo sentado en el suelo y le miré a los ojos.- Pues, tan solo te necesito -Guiñé mi ojo de manera coqueta, era parte de mi terrible y buen plan.-

venga no seas ironica... no me necesitas- dije de manera sarcastica mientras la miraba sentado desde el pasto

-Fruncí mis labios al ver que me rechazaba y me acerqué a ella.- Claro que te necesito Aro -En tono seductor solo para ello.- Te digo la verdad... -Me acerqué a su oido y le susurré besandole su lóbulo.- Te deseo... -Era raro que yo lo dijera, tan solo espero que se deje llevar.-

desde cuando tu tan cariñosa conmigo?- le dije mientras la tomaba de los hombros con la misma voz de ella... seductora y traviesa

-Noté como hablaba en el mismo tono de mi voz, me acercaba más a él y me ponía de rodillas para quedar frente a él.- Desde ahora...Aro -Subí una de mis manos a la altura de su rostro y acaricié su mejilla de manera suave.-