Llego a conocerte. [Violet]

Me aferre un poco al tejado y logre sentarme, sabia que podia con esto. Apesar de mis 127 años jamas me había enfermado. - No te preocupes, ya estoy mejor - dije tratando de levantarme, pero mis intentos fueron en vano, en realidad no estaba para nada bien. Mi piel ardía como si estuviera en un hoguera, mis manos sudaban a tal punto de no poder fijarme bien a nada y mi cuerpo tiritaba del frió. Cualquiera pensaría que era fiebre, ¿Pero acaso las Vampiros se enferman?

-La solté un poco y noté como caía en sus intentos de ponerse de pie, suspiré profundamente.- No lo creo, Violet -Volví a tomar su mano para afirmarla al tejado y que no se fuera a caer, me sorprendía lo caliente que estaba.- Creo que tomar esa sangre te ha hecho mal, es como si esa sangre fuera de una especie de lobo, combinado con hechizero o que sé yo -Mirandola al ver que su vista se comenzaba a nublar.-